Con la llegada del mes de septiembre inauguramos una nueva sección en el blog. A partir de ahora os contaré trucos y consejos a partir de las sugerencias, ideas o problemas que habéis sufrido con vuestros equipos electrónicos y que nos habéis hecho saber a través del correo electrónico. La de hoy es muy habitual y puede que os haya ocurrido este verano: líquidos que caen sobre tu teléfono móvil.
Lo de siempre. Veranito. Calor y agua. Ingredientes fatales para los teléfonos móviles. Si lo sabré yo, que me venís todos los meses de septiembre contando miles de casos. ¿O me vais a decir que nunca habéis sufrido alguna de estas situaciones?
• Os han tirado a la piscina con el móvil en el bolsillo. Al salir os dais cuenta del desastre y montáis un pollo de mil pares de narices a los que os han tirado al agua.
• Tienes tu precioso Smartphone encima de la mesa y al levantar una jarra para llenar tu vaso, ¡zaca! Le has dado un baño morrocotudo, y tus gritos se pueden escuchar hasta en Tombuctú.
Y te has quedado sin móvil como yo me quedé sin moto. Una Sanglas preciosa, del año… Snifff... Bueno, a lo que vamos, ¿esto tiene solución? Sí que la tiene:
1) Lo importante es sacar inmediatamente la batería y secar el móvil al aire.
2) Si puedes mandarlo a reparar de inmediato, mejor que mejor. El tiempo, en este caso, juega en tu contra y no puedes perder ni un segundo. ¿Por qué? La razón es muy sencilla: para que la humedad penetre en el menor número de capas posible de la placa base del terminal. Como verás, no se trata de ningún capricho.
Ya sabes, para todo lo demás: telogarantizo.
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