• Si vas a un restaurante y plantas el Smartphone encima de la mesa, es que vas a estar pendiente de él en todo momento. ¿Lo mejor? Dejarlo en un lugar no visible para ambos.
• Si el vicio te puede, y mucho, guárdalo en una funda o bien boca abajo. De esta manera das a entender que sólo lo usarás si realmente hace falta. Y si te llaman, te disculpas de tu comensal y lo atiendes..
• Apaga el Smartphone siempre, siempre, siempre que vayas al cine, teatro o estés en una biblioteca. Más que nada para que no te salte el Hugh Jackman de turno y te ponga a caer de un burro en medio de la función.
• Y si estás comiendo en un restaurante no saques fotos de los platos que es estás metiendo entre pecho y espalda. Queda feo ante tu comensal, por mucho que siga la broma, como ante los demás comensales con los que compartes salón.
En definitiva, usa el Smartphone con moderación y no seas nomofóbico.
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