Aunque pueda parecer lo mismo de siempre, es decir, que se le pone al cacharro un número más avanzado que el anterior y listos, parece ser que el nuevo invento de los coreanos tiene algunas cosas a destacar. Ahí van:
• Pantalla más grande. Claro, culo veo, culo quiero, dirá alguno. Como también el iPhone 5 la tiene más grande que el 4… En este caso vamos de las 4,8 pulgadas de su antecesor a las 5 pulgadas del nuevo modelo, y con un recubrimiento que pasa de Gorilla Glass 2 al 3. Eso sí, luego habrá que ver hasta dónde es capaz de llegar esa resistencia…
• Pesa menos (dos gramos. El que lo note tiene premio) y es 1,1 milímetros menos grueso (pues lo mismo).
• La cámara tiene 13 megapíxeles en lugar de 8. Al menos las fotos os van a quedar de vicio.
• Software a cascoporro: desde un traductor en tiempo real tanto escrito como para voz (S Traslator) a una herramienta para interactuar con la pantalla sin necesidad de tocarla para ejecutar algunas acciones de visualización (Air Gesture), pasando por Smart Pause (permite pausar un video cuando dejamos de mirarlo) y Smart Scroll (hace avanzar la pantalla mientras leemos un texto).
• Conectividad LTE, que permite navegar por redes 4G. Aunque, como dicen en mi pueblo, ná p’a ná es tontería porque estas redes aún no existen en España. Pero ahí están. Y lo mismo ocurre con la tecnología NFC, que tenerla, la tiene. Luego usarla ya será otro cantar.
• Lo único que no cambia es el diseño, fiel a la línea de todos los Galaxy S.
Ahora, ¿a cuánto sale el cuarto y mitad? Pues dicen las malas lenguas que cerca de los 650 euros y que únicamente, de momento, estará disponible en blanco y negro. Asimismo, lo comercializarán las tres grandes operadoras.
Pues eso, para que vayáis haciendo cola los interesados. Eso sí, si os interesa el seguro no hace falta que la hagáis, que lo tenéis a vuestra disposición cuando lo deseéis.
Como siempre, vuestro amigo Argimiro, el Garantizador.
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